Murmansk es una ciudad situada en el extremo noroeste de Rusia, muy cerca del Círculo Polar Ártico y a orillas del Mar de Barents. Con una población aproximada de 300,000 habitantes, es la ciudad más grande del mundo dentro de esta latitud.
Su clima es extremo, con inviernos largos, oscuros y extremadamente fríos, donde las temperaturas pueden descender fácilmente por debajo de los -40°C, acompañadas de fuertes nevadas y vientos helados. Durante el invierno, la noche polar domina, lo que significa que el sol no se eleva sobre el horizonte durante semanas.
Visitar Murmansk no es para cualquiera, sino para los aventureros y amantes de los destinos fuera de lo común. La ciudad, profundamente marcada por su pasado soviético, tiene una atmósfera que evoca otra era, con bloques de edificios austeros y monumentos que reflejan la historia militar y naval de la región.
Llegar a Murmansk no es sencillo; la ciudad está bastante aislada y el viaje puede ser un desafío, especialmente en invierno. Además, como en muchas partes de Rusia, la seguridad no siempre es la mejor.
QUÉ HACER EN MURMANSK?
Una de las principales atracciones es la Aurora Boreal, que se puede observar en los cielos despejados de Murmansk durante los meses de invierno. Esta danza celestial de luces verdes, azules y rojas es una de las razones más fascinantes para visitar esta fría ciudad ártica.
Una visita al rompehielos nuclear Lenin, el primer barco de su tipo en el mundo. Hoy en día, este monumento de la ingeniería soviética está convertido en un museo flotante, donde los visitantes pueden aprender sobre su historia y su importante papel en la navegación ártica durante la Guerra Fría.
El cementerio memorial de los Marineros del Norte es un lugar conmovedor para visitar, donde se rinde homenaje a los marineros soviéticos que perdieron la vida en las frías aguas del Ártico. Es un sitio que refleja la dura realidad de la vida.
Uno de los monumentos más impresionantes de Murmansk es la imponente estatua conocida como el “Eterna Llama” (Vyechniy Ogon), que representa a un soldado vigilante. Esta monumental escultura está situada en una colina alta en el centro de la ciudad, desde donde se puede ver a lo lejos en el paisaje circundante. La estatua es un símbolo del papel de la región durante la Segunda Guerra Mundial y rinde homenaje al valor y sacrificio de los soldados. El monumento forma parte de un complejo más amplio que incluye un cementerio militar y un mausoleo.
NUESTRA EXPERIENCIA EN EL INVIERNO DE MURMANSK
Visitamos Murmansk antes de que Rusia comenzara la guerra contra Ucrania, por lo que en aquel entonces moverse por el país era muy diferente a cómo es hoy en día. La ciudad en sí probablemente no ha cambiado, sino que seguira viviendo muy a la sombra de la era soviética.
Katri tuvo que obtener una visa para Rusia con su pasaporte finlandés para poder ingresar al país. La visa es obligatoria para los ciudadanos europeos. Debido a la guerra, actualmente puede haber desafíos para obtener una visa, y por ejemplo, Finlandia no recomienda viajar innecesariamente al país (2024). Por otro lado, Nahuel pudo viajar con su pasaporte argentino sin necesidad de visa, y esta misma regla sigue vigente (2024).
Primero volamos desde Finlandia a Moscú, donde pasamos unos días. Luego volamos de Moscú a Murmansk. Más tarde hemos leído que hay muchos accidentes aéreos en la ruta Moscú-Murmansk, por lo que es recomendable tener precaución. También se puede llegar a Murmansk en tren. Desde Murmansk, continuamos en minibús a través de la frontera hacia Noruega y luego a la Laponia finlandesa en autobuses. Desde Ivalo volamos a Helsinki. Hoy en día, con Rusia en guerra, todos estos desplazamientos y cruces fronterizos no son posibles o no se pueden recomendar por razones de seguridad.
Viajamos a Murmansk a finales de enero, cuando la temperatura alcanzaba los -35 grados en su punto más bajo. Si viajas a Murmansk en invierno, prepárate para un frío glacial con ropa muy abrigada. Alquilamos un pequeño apartamento, que era muy soviético, pero extremadamente cálido y todo funcionaba bien. También hay hoteles en la ciudad.
En la ciudad hay algunos restaurantes y unas pocas tiendas, pero no hay muchas actividades, al menos en invierno. La visita a la ciudad en sí (muy soviética), el enorme monumento y algunas iglesias y la costa son razones suficientes para visitar el lugar. Especialmente si buscas algo muy diferente a los destinos turísticos convencionales.