Jujuy, ubicada en el noroeste de Argentina, es una provincia que cautiva con su impresionante diversidad paisajística y cultural. Su ubicación a gran altitud, con algunas zonas superando los 4,000 metros sobre el nivel del mar, crea un clima único y variado.
La región de Jujuy es hogar de comunidades quechuas, aymaras y otras originarias, herederas de una rica tradición andina. Sus habitantes mantienen vivas costumbres ancestrales como la Pachamama, una celebración en honor a la Madre Tierra, y practican actividades tradicionales como la artesanía en tejidos y cerámica. Su conexión con la naturaleza y sus raíces indígenas los diferencian del resto de Argentina, reflejándose en su música, danzas y gastronomía, que fusiona influencias indígenas y coloniales.
En Jujuy, los meses de verano se extienden de noviembre a marzo, con días soleados, temperaturas agradables y precipitaciones moderadas. En cambio, los meses de invierno van de junio a agosto, cuando las temperaturas bajan considerablemente, especialmente en las zonas de mayor altitud, con noches frías y cielos despejados. En Jujuy, el período de lluvias más intenso se da entre enero y marzo, cuando las precipitaciones son más frecuentes y abundantes.
QUÉ HACER Y VER EN JUJUY?
Quebrada de Humahuaca
Este sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO es uno de los paisajes más icónicos de Jujuy. Sus formaciones geológicas y colores únicos lo convierten en un destino ideal para quienes buscan una experiencia natural y cultural. Los pequeños pueblos de la quebrada, como Purmamarca y Humahuaca, ofrecen una mirada a la rica herencia andina.
Tilcara
Tilcara es un pueblo ubicado en la Quebrada de Humahuaca, en Jujuy. Su atmósfera tranquila y su arquitectura colonial atraen a visitantes que buscan explorar la cultura andina. Desde aquí se puede visitar el Pucará de Tilcara, una fortaleza precolombina con vistas impresionantes de la quebrada. Ideal para sumergirse en la historia y disfrutar de la gastronomía local.
Purmamarca y el Cerro de los Siete Colores
Purmamarca es un pintoresco pueblo que parece salido de un cuadro. Su principal atractivo es el Cerro de los Siete Colores, una formación natural cuyos tonos rojizos, verdes y amarillos dejan a los visitantes sin palabras. También puedes recorrer su mercado artesanal y disfrutar de la hospitalidad local.
Humahuaca
Esta localidad histórica es conocida por su encanto colonial y su profunda conexión con la cultura andina. El Monumento a los Héroes de la Independencia es un punto destacado, al igual que sus calles empedradas y la deliciosa comida local, como las empanadas jujeñas.
La Quiaca
Situada en la frontera con Bolivia, La Quiaca es un lugar ideal para quienes desean experimentar el norte más auténtico de Argentina. Desde aquí, también es posible cruzar al país vecino y explorar Villazón (Bolivia). Es un punto perfecto para los aventureros que buscan rutas menos transitadas.
Salinas Grandes
A unas pocas horas en auto desde Jujuy, encontrarás este extenso desierto de sal que parece un paisaje de otro planeta. Es un lugar perfecto para aprender sobre la extracción de sal. La ruta para llegar, atravesando la Cuesta de Lipán, también ofrece vistas espectaculares.
San Salvador de Jujuy
La capital de la provincia combina tradición y modernidad. En su casco histórico, puedes visitar la Catedral Basílica, la Casa de Gobierno y el Paseo de los Artesanos. Es un buen lugar para aprender sobre la historia y cultura de Jujuy antes de explorar sus alrededores.
CÓMO LLEGAR A JUJUY Y MOVERSE POR LA REGIÓN?
La forma más común de llegar a Jujuy es en autobús, especialmente si no tienes un auto propio. Una opción es volar al aeropuerto de Salta, que tiene conexiones frecuentes con Buenos Aires. Puedes pasar unos días en la ciudad de Salta y luego continuar tu viaje hacia lugares como Tilcara o Purmamarca en autobús.
Sin embargo, si tienes acceso a un auto propio o alquilado, tendrás la libertad de explorar mucho más, de manera más amplia y a tu propio ritmo. Es importante tener en cuenta que la región está situada a gran altitud, lo que podría sentirse al conducir. Las carreteras principales están en buen estado, pero los caminos secundarios suelen ser de tierra, y las rutas de montaña están estrechas.
La forma más conveniente de moverse por la zona es con un auto propio, ya que te permite mayor flexibilidad. También hay autobuses locales que conectan diferentes pueblos, y esta es la opción más económica para desplazarte.
Otra alternativa es unirte a excursiones organizadas, que hacen más sencillo visitar varios lugares sin preocuparte por la logística. Los autobuses locales operan principalmente en las rutas entre Purmamarca, Tilcara y Humahuaca, aunque su frecuencia diaria es limitada.
NUESTRA EXPERIENCIA
Durante nuestro viaje de seis semanas en auto en Argentina, visitamos Jujuy y quedamos realmente impresionados por la belleza de la región. Para Katri, esta fue su segunda vez en Tilcara, Purmamarca y Humahuaca, aunque en su primera visita se desplazó en autobús, lo que limitó un poco los lugares a los que pudo llegar. Por eso, Katri ya sabía lo increíble que era la zona, pero esta vez la experiencia no dejó de sorprendernos.
No reservamos nada con anticipación porque no teníamos un itinerario fijo. En el camino hacia el norte, hicimos una breve parada en San Salvador de Jujuy para dar un paseo rápido por la ciudad. Nos encantó esta pequeña ciudad, y definitivamente volveríamos con más tiempo en el futuro.
Como coincidimos con las vacaciones escolares, muchos lugares estaban llenos. Sin embargo, conseguimos alojamiento en un pequeño pueblo llamado Maimará, ubicado entre Tilcara y Purmamarca. Aunque no es un destino turístico tan conocido, este pueblo tiene algunas opciones de hospedaje, restaurantes, callecitas encantadoras y pequeñas tiendas. Es ideal para quienes tienen auto, ya que el transporte público en la zona es bastante limitado.
Nos sentimos muy cómodos en nuestro hospedaje y desde allí hicimos excursiones de un día a Tilcara y Purmamarca. Ambas localidades son muy turísticas, pero vale la pena visitarlas porque tienen un encanto único. El turismo no opaca la experiencia, ya que ambos lugares tienen características que los hacen inolvidables.
Luego continuamos hacia Humahuaca, donde pasamos una noche. Esta ciudad está ubicada a mayor altitud, algo que se siente físicamente si no estás acostumbrado. Las mañanas, tardes y noches son bastante frescas, pero durante el día, el sol pega con fuerza. Humahuaca es notablemente más grande que Tilcara y Purmamarca, por lo que el turismo no se percibe tan concentrado. Aunque claramente vive del turismo, encontramos buena comida y las calles fueron interesantes de recorrer.
Desde allí seguimos nuestro camino hacia la frontera con Bolivia y llegamos a La Quiaca. Nos quedamos dos noches porque hicimos una excursión de un día al lado boliviano. La Quiaca, en sí, no tiene mucho para ver. Hay algunas casas y plazas interesantes, pero en general no es un lugar especial. Incluso encontrar un buen restaurante fue complicado. Lo que hace interesante a este lugar es su proximidad a Bolivia y el hecho de que es el punto más al norte de Argentina.
Después de La Quiaca, emprendimos el regreso hacia Salinas Grandes. El camino fue largo, sin asfalto, y el auto sufrió bastante por las condiciones del terreno. En el trayecto recogimos a unas personas cuyo auto se había averiado, ayudándolas a llegar a un lugar con señal para pedir asistencia. Las vistas en el camino, eso sí, eran impresionantes.
Cuando llegamos a Salinas Grandes, el viento era tan fuerte que era difícil mantener el gorro en la cabeza e incluso respirar. El estacionamiento estaba lleno y, lamentablemente, había que pagar y hacer fila para caminar sobre la sal. Sentimos que el lugar estaba demasiado adaptado para el turismo y le faltaba autenticidad. Sin embargo, la experiencia fue interesante, sobre todo por las condiciones extremas.
Desde allí iniciamos nuestro viaje hacia la famosa Ruta 40, que terminó siendo el peor día de todo el viaje. Puedes leer más sobre esa experiencia y qué es la Ruta 40 en este blog.