Edimburgo es una ciudad extremadamente visitada, con turistas durante todo el año, pero especialmente en verano. Es una ciudad increíblemente hermosa y misteriosa, con mucho que ver y hacer. Lo mejor es pasear por sus calles y admirar su impresionante arquitectura.
Hay restaurantes, cafeterías y tiendas de souvenirs por todas partes. También hay buenas oportunidades de compras en la ciudad. Sin embargo, no es un destino barato, por lo que los viajeros con un presupuesto limitado tendrán que buscar opciones más económicas. Por otro lado, si no quieres visitar el castillo o comer en el casco antiguo, la única cosa realmente cara es el alojamiento.
El clima de Edimburgo no es como el de un destino de playa, por lo que es recomendable vestirse abrigado y tener en cuenta que puede llover en cualquier momento. En verano, las temperaturas pueden llegar a los 30 grados, pero también es la época de más turistas. En diciembre, se puede disfrutar de la atmósfera navideña de la ciudad. Las nevadas pueden sorprender en invierno.
AEROPUERTO Y TRANSPORTE PÚBLICO
El aeropuerto principal más cercano a Edimburgo es el Aeropuerto de Edimburgo (Edinburgh Airport), ubicado a unos 12 km al oeste del centro de la ciudad.
La opción más conveniente para ir al centro desde el aeropuerto es tomar el Airlink Express 100. Los autobuses salen con frecuencia y el viaje dura aproximadamente 25-30 minutos. Además del Airlink Express, también hay servicios de autobuses regulares y tranvías que conectan el aeropuerto con diferentes partes de la ciudad.
Los sistemas de transporte público en Edimburgo son bastante eficientes y ofrecen una amplia gama de opciones para moverse por la ciudad, incluyendo autobuses y tranvías que cubren una amplia red de rutas. Para el tranvía, que es una opción muy fácil de usar, puedes comprar billetes desde una máquina en la estación.
Por supuesto, la mejor opción para explorar la ciudad es caminar, especialmente en el centro. Sin embargo, dado que Edimburgo es una ciudad grande y puede ser que tu alojamiento esté ubicado lejos del centro, no está mal utilizar el transporte público.
Además, Edimburgo cuenta con un sistema de trenes bien conectado que comunica la ciudad con otras partes de Escocia y el Reino Unido, lo que facilita los desplazamientos a diferentes destinos desde la estación principal de trenes, la Estación de Waverley.
Normalmente, el autobús es más económico que el tren. Si tienes tiempo, te recomendamos, por ejemplo, visitar Glasgow, donde hay buses asequibles y que no tardan mucho.
CLIMA Y MEJOR MOMENTO PARA VIAJAR
El período más lluvioso en Edimburgo suele ser durante el otoño y el invierno, especialmente de octubre a enero. Durante este tiempo puede haber abundantes lluvias y frecuentemente un clima nublado. Sin embargo, siempre lleva contigo un paraguas, ya que es posible que llueva mucho.
La nieve suele llegar durante los meses de invierno, especialmente de diciembre a febrero. Aunque las nevadas no son necesariamente anuales, es posible ver nieve en invierno, especialmente en zonas más elevadas y sus alrededores.
Escocia es más visitada durante el verano, pero Edimburgo es una ciudad que siempre recibe muchos turistas. No se puede evitar. Especialmente durante el verano, reserva turno para el castillo y planifica con tiempo para las colas y esperas en todas partes.
Edimburgo es una ciudad cara, por lo que no hay hoteles baratos. Sin embargo, quizás fuera de las zonas menos turisticas, podrías encontrar precios más razonables o considerar alojarte un poco más lejos del centro.
La primavera (marzo-mayo): La primavera en Edimburgo ofrece temperaturas suaves y la ciudad se llena de flores y verdor.
En verano (junio-agosto): El verano es una de las épocas más concurridas y el clima es agradable y las horas de luz son más largas.
Durante el verano en Edimburgo, las temperaturas suelen ser bastante agradables. De junio a agosto, las temperaturas pueden rondar los 15-20 grados, a veces incluso más altas. El clima suele ser más fresco en comparación con destinos cálidos de verano, pero los días pueden ser agradablemente cálidos y luminosos.
El otoño (septiembre-noviembre): El otoño en Edimburgo ofrece un clima fresco y paisajes llenos de colores otoñales. Es un momento ideal para visitar la ciudad con menos multitudes.
El invierno (diciembre-febrero): El invierno en Edimburgo puede ser frío, pero la ciudad adquiere un ambiente encantador con luces navideñas y festividades. A pesar del clima, es un momento perfecto para explorar la historia y la arquitectura de la ciudad con menos turistas.
En invierno, las temperaturas pueden descender a alrededor de 0 grados o incluso por debajo de cero. De diciembre a febrero, Edimburgo puede experimentar frío, con temperaturas que generalmente oscilan entre 0 y 7 grados. Durante las noches, la temperatura puede descender aún más y las heladas pueden ser regulares.
PRINCIPALES LUGARES PARA VER / VISITAR
En Edimburgo hay mucho que ver y hacer para los amantes de la historia, la cultura y los viajeros en general. En Edimburgo, la lluvia, la oscuridad y las nubes solo agregan a la atmósfera un toque especial que combina con el ecosistema de la ciudad, así que no lo tomes como algo negativo si el clima es un poco malo.
El castillo de Edimburgo es probablemente el lugar más visitado de la ciudad. Es importante investigar los últimos eventos en su sitio web y reservar un boleto con anticipación. En los períodos de mayor afluencia, es necesario reservar el boleto con mucha antelación. Si no quieres visitar el castillo por su precio relativamente alto, no puedes evitar verlo, ya que se eleva sobre una colina y se puede ver desde muy lejos.
El casco antiguo es el centro histórico de Edimburgo. El área tiene calles pintorescas, edificios antiguos y tiendas. En el casco antiguo, vale la pena visitar, por ejemplo, la Plaza de Grassmarket, que ha estado en uso desde el siglo XII. En general, puedes pasar mucho tiempo caminando por las calles, incluso todo el día. Puedes comer, beber o ir de compras según tus preferencias. Echa un vistazo a las pequeñas callejuelas y siente la atmósfera.
Dean Village es un pueblo encantador. El pueblo tiene edificios antiguos, un río y calles pintorescas. Aunque está un poco fuera del centro, todavía está a poca distancia a pie.
La cata de whisky es una forma divertida de conocer la bebida nacional de Escocia. El Museo Nacional de Escocia es el museo más grande del país y la ciudad también alberga varios otros museos. Los diferentes parques también son una buena manera de pasar el tiempo, si el clima lo permite.