Dijon, en Francia, es una ciudad que combina historia, cultura y gastronomía. Con una población de aproximadamente 155 000 habitantes, es famosa mundialmente por su mostaza, vinos y arquitectura renacentista. Se encuentra a solo unas pocas horas en tren desde París, lo que la convierte en un destino accesible para quienes desean explorar una parte menos conocida de Francia.
El clima en Dijon es templado, con inviernos fríos y veranos cálidos. Las temperaturas en invierno pueden descender hasta cerca de los 0°C, mientras que en verano, los días suelen ser agradables con temperaturas alrededor de los 25°C. La primavera y el otoño son estaciones especialmente hermosas para visitar, ya que los colores del paisaje cambian y el clima es ideal para recorrer la ciudad.
En términos de seguridad, Dijon es considerada una ciudad segura para los turistas, con un ambiente tranquilo y acogedor. Es un lugar perfecto para explorar a pie, perderse en sus calles adoquinadas y descubrir sus encantadoras plazas y mercados.
Dijon es una excelente parada si estás viajando por Francia en autocaravana. Puedes dejar el vehículo en el estacionamiento con relativa tranquilidad mientras visitas la ciudad. Claro, siempre es recomendable verificar la seguridad de la zona primero. Dijon es una buena opción si estás viajando, por ejemplo, desde Alemania o Luxemburgo hacia la Riviera Francesa, como Cannes.
Visitamos Dijon en mayo y al principio el clima era cálido pero lluvioso. Sin embargo, cuando el sol empezó a brillar, reveló toda la belleza de la ciudad. Dijon es una ciudad increíble para recorrer a pie y disfrutar de sus magníficas edificaciones. Además, hay muchas tiendas, restaurantes y cafés donde pasar el tiempo.

CLIMA Y MEJOR MOMENTO PARA VIAJAR
Dijon, situada en la región de Borgoña, presenta un clima continental que varía considerablemente a lo largo del año, ofreciendo experiencias distintas en cada estación.
Los inviernos en Dijon son fríos, con temperaturas que suelen oscilar entre los 0°C y los 5°C. Durante esta época, la ciudad adquiere un encanto particular, con sus calles adoquinadas y monumentos históricos cubiertos de una ligera capa de escarcha. Sin embargo, las nevadas no son tan frecuentes, lo que permite que los visitantes disfruten de la ciudad sin demasiadas interrupciones climáticas.
La primavera en Dijon es una de las épocas más bellas para visitar. Desde finales de marzo hasta junio, las temperaturas comienzan a suavizarse, rondando los 10°C a 20°C, y los jardines y parques de la ciudad florecen con una explosión de colores. Es un momento ideal para recorrer la ciudad a pie, explorar sus mercados al aire libre y disfrutar de los primeros rayos de sol en las terrazas de los cafés.
El verano en Dijon es cálido, con temperaturas que suelen situarse entre los 20°C y 28°C. Es la época en la que la ciudad brilla con más intensidad, con días largos y soleados que invitan a recorrer sus calles históricas y disfrutar de la gastronomía local en sus múltiples restaurantes. Durante el verano, la región de Borgoña también se convierte en un punto de interés para los amantes del vino, quienes pueden aprovechar el clima favorable para explorar los viñedos cercanos y participar en degustaciones.
El otoño es otra temporada encantadora para visitar Dijon. Desde septiembre hasta noviembre, las temperaturas comienzan a descender nuevamente, situándose entre los 10°C y 18°C. Los viñedos y bosques de Borgoña se tiñen de tonos dorados y rojizos, ofreciendo paisajes de una belleza impresionante. Es también la época de la vendimia, lo que añade un atractivo especial a la visita, ya que se pueden vivir de cerca las tradiciones vinícolas de la región.


QUÉ HACER EN DIJON?
Dijon es una ciudad que combina a la perfección historia, cultura y gastronomía.
Si te apasiona la historia, te va a encantar recorrer su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aquí, puedes caminar por calles empedradas y admirar la arquitectura medieval y renacentista que se encuentra en cada rincón. La Iglesia de Notre-Dame de Dijon, con sus gárgolas y su reloj astronómico, es una parada obligada.
Dijon es conocida por ser la cuna de la mostaza de Dijon, uno de los productos más icónicos de la gastronomía francesa. Visitar la Maison Maille, donde puedes probar y comprar una gran variedad de mostazas gourmet.
Dijon ofrece una rica oferta cultural con varios museos que valen la pena visitar. El Museo de Bellas Artes de Dijon es uno de los más importantes de Francia fuera de París, con una colección impresionante que abarca desde la antigüedad hasta el arte contemporáneo. Otro sitio interesante es el Palacio de los Duques de Borgoña, una imponente construcción que ahora alberga varios museos y oficinas gubernamentales.
Dijon tiene varios parques y jardines donde puedes relajarte y disfrutar de la naturaleza. El Jardín Darcy, con su majestuosa fuente y esculturas, es un lugar perfecto para una pausa tranquila en medio de tu exploración de la ciudad. Además, puedes alquilar una bicicleta y recorrer la ciudad a tu ritmo, siguiendo las rutas marcadas que te llevarán por los puntos más emblemáticos.
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